Lo bueno no dura eternamente y no hay mal que cien años dure. Conclusión: todo se acaba. Por eso mismo, cada año por estas fechas la revista Experpento se despide hasta después del verano. Los colaboradores aprovechamos para malgastar las ganancias en bebidas con sombrillas y tebeos de tapa dura (que son los caros) mientras recuperamos fuerzas y pergeñamos ideas cara al nuevo curso.
Tanto si tenéis pensado llevar la revista a la piscina como si no, os adelanto los contenidos:
Entrevista a Iguana Tango, un grupo que -para qué vamos a engañarnos- no cuenta con mis simpatías. Al fin y al cabo, soy un tipo con prejuicios, y acabe harto de este conjunto desde el momento en que aparecieron en Gran Hermano: el debate. Además, no paraban de salir en la radio a todas horas. Insopor... digo, que me hice teleadicto, vaya. Algunos pensarán que es envidia. Sí. Es verdad. Siempre quise tener mi propio grupo de pop español.
Además: viajamos (metafóricamente, no quiero emocionaros) a Toronto, recorriendo sus calles más típicas, como... Lugares de ensueño, como... En fin, una urbe cosmopolita conocida en el mundo entero por sus... Er... ¿He dicho ya que está en Canadá?
Entrevistan a Nancho Novo y a Diego Medrano. ¿Que quién es Diego Medrano? Pues el autor del libro Una puta albina colgada del brazo de Francisco Umbral. Toma ya. Y además de todas las letras del título (el cual he escrito de carrerilla y sin equivocarme), le ha entrado una foto en la portada al caballero.
Y para terminar, Marshall se luce en sus dos páginas en las que nos desgrana los videojuegos Grand Theft Auto IV y Silent Hill: Origins, mientras que Emanuele Ciccomartino nos enseña que es un fotógrafo de tomo y lomo.
Hale, ya podéis salir a buscar la revista y decirme los mucho que os gusta Iguana Tango, que os veo venir. Sin que sirva de precedente (o a lo mejor sí), os pongo la tira que va en este número.
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